
¿Está Colombia siendo usada como plataforma de EE.UU para desestabilizar aún más a Haití?
El gobierno de Haití ha arrestado a parte de los miembros del comando que asesinó al presidente Moïse, compuesto por ex-militares colombianos y dos haitiano-estadounidenses. Se sospecha que la autoría intelectual y financiera del magnicidio se halla en dos familias de la burguesía haitiana rivales de Moïse. A medida que avanza la investigación, EE.UU prepara el terreno para desplegar tropas a pedido de su marioneta, el actual Primer Ministro Claude Joseph.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La convulsión en Haití se ha incrementado tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse. El gobierno haitiano ha arrestado a quienes alega son los responsables del asesinato.
El director de la Policía Nacional, Leon Charles, dijo en rueda de prensa que el comando que asesinó a Moïse se compone de 28 extranjeros: 2 haitiano-estadounidenses y 26 colombianos. De estos últimos, 15 han sido detenidos, otros tres resultaron muertos en un tiroteo y ocho permanecen fugados. El ministro colombiano de Defensa, Diego Molano, ha admitido que algunos de los colombianos son militares retirados. Entre ellos hay al menos uno que es un soldado condecorado que recibió entrenamiento de los Estados Unidos y otro que estuvo implicado en la matanza de civiles colombianos.
Lazos con la oligarquía
Los haitiano-estadounidenses han sido identificados como James Solages, de 35 años, y Joseph Vincent, de 55. Solages vive en Florida donde se emplea como ejecutivo en la empresa EJS Maintenance & Repair y dirige una organización sin ánimo de lucro de cuya página web se ha borrado información recientemente.
Según el Washington Post, el perfil de Facebook de Solages, que también ha sido borrado, le describía como jefe de los guardas de seguridad de la embajada de Canadá en Haití, extremo que confirmó la propia embajada. Durante su estancia en Florida, Solages se destacó como “ávido y firme partidario del ex-presidente haitiano Michel Martelly”, fundador del Partido de Moïse.
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James Solages
El Haitian Times informó que Solages también solía trabajar como guarda de seguridad para Reginald Boulos y Dimitri Vorbe, dos prominentes miembros de la burguesía haitiana. Aunque inicialmente amigos de Moïse, últimamente eran fieros oponentes. Boulos también apoyó los golpes de Estado de 1991 y 2004 contra el presidente Jean-Bertrand Aristide, incitados por EE.UU.
La familia Boulos es una de las más ricas de Haití. Es propietaria de una empresa farmacéutica que, en 1996, envenenó a multitud de niños, a algunos mortalmente, con una medicina defectuosa para la fiebre. A raíz del levantamiento popular contra el alza del precio de los combustibles, dictada por el FMI, en julio de 2018, Boulos ha intentado aparecer como figura progresista y popular (después de que uno de sus almacenes fuese incendiado y saqueado), al frente de un partido político llamado Movimiento de la Tercera Ola (MTV).
Dimitri Vorbe es director ejecutivo y vicepresidente de Société Générale d’ Énergie SA, una de las más importantes compañías de Haití.
Muchos creen que Boulos es el autor intelectual y financiero del asesinato de Moïse. Así lo cree también el periodista Kim Ives, quien afirma:
“Muchos factores apuntan a su implicación: La llegada de los mercenarios en nueve Nissan Patrol nuevos sin matrículas indica que esos vehículos provenían de la concesionaria de Nissan propiedad de Reginald Boulos. La gente en Haití ya ha llegado a la conclusión de que Boulos está detrás del asesinato y ha arrancado de cuajo la concesionaria, Automeca, que él poseía”.
Los asesinos colombianos entrenados por Estados Unidos
Aunque los haitiano-estadounidenses hicieron supuestamente de traductores, el músculo del comando llegaba de Colombia, el mayor aliado de EE.UU en la región, que sirve de plataforma para la desestabilización de otros países del entorno, desde Venezuela a Ecuador -y ahora aparentemente Haití.
El miembro más destacado del comando es Manuel Antonio Grosso Guarín, de 41 años, ex-comando especial de operaciones, retirado del ejército en diciembre de 2019 estando en el batallón nº 1 de infantería Simón Bolívar. En 2013, Grosso fue asignado al grupo Fuerzas Especiales Anti-Terroristas Urbanas, destacamento secreto de elite militar dedicado a operaciones anti-terroristas, secuestros y asesinatos.
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Manuel Antonio Grosso Guarin
Grosso fue entrenado por el comando especial de instrucción del ejército de EE.UU, que provee entrenamiento y armas al ejército colombiano, una de las fuerzas armadas más represivas de la región.
El senador izquierdista colombiano, Gustavo Bolívar, comentó en Twitter:
“¿Cuántos falsos positivos, cuántos líderes sociales, cuántos firmantes del acuerdo de paz tendrá este hombre encima?”
A Grosso se unió Francisco Eladio Uribe Ochoa, también retirado del ejército colombiano en 2019, según el periódico El Tiempo. La esposa de Eladio Uribe declaró a este medio que había sido investigado por su participación en la ejecución de civiles -práctica conocida como “falsos positivos”. Aunque su esposa dijo que Eladio Uribe había sido exonerado, su nombre aparece en un archivo de la Jurisdicción Especial para la Paz, tribunal formado a raíz del Acuerdo de Paz de 2016 para investigar los varios miles de casos de falsos positivos que el gobierno colombiano no había admitido previamente. Eladio Uribe es uno de los dos soldados acusados del asesinato en 2008 de Luis Carlos Cárdenas en la localidad de Chorros Blancos, región de Antioquía.
Preguntas sin respuesta y creciente consenso
Quedan preguntas acerca de por qué el equipo de seguridad de Moïse no pudo protegerle y si alguno de sus miembros no fueron cómplices. Dimitri Herard, jefe de la Unidad General de Seguridad del Palacio Nacional, está siendo investigado en Estados Unidos por tráfico de armas.
Aunque el gobierno haitiano parece haber identificado a los presuntos asesinos de Moïse, no hay todavía pruebas fehacientes -sólo circunstanciales- que los vinculen a Boulos y posiblemente a Vorbe. Con todo, “crece el consenso de que Reginald Boulos, para el que se ha emitido una orden de arresto, pagó a los mercenarios”, según Kim Ives. “Parece que va quedando cada vez más claro que el sector de la burguesía haitiana, con el que Jovenel Moïse estaba enfrentado, está íntimamente ligado a su asesinato”, añadió el periodista.
A medida que se desarrolla la investigación, EE.UU prepara el terreno para desplegar tropas en Haití a pedido de una figura a la que ha estado cortejando durante décadas. Según el New York Times, Claude Joseph, que compite con Ariel Henry por la jefatura del Estado, pidió a EE.UU que envíe fuerzas militares para proteger las infraestructuras claves, incluidos puertos, aeropuertos y reservas de petróleo. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que EE.UU reforzaría su personal en Haití con destacamentos del FBI y del Departamento de Seguridad Interior.
Joseph es un instrumento de EE.UU y su National Endowment for Democracy (NED), organismo que promueve cambios de régimen. Wikileaks reveló que Joseph se hizo famoso en 2003 como líder de un frente estudiantil ligado a la NED, llamado GRAFNEH, justo antes del golpe contra el presidente Jean-Bertrand Aristide. También fundó otro grupo anti-Aristide, financiado por la NED, la Iniciativa Ciudadana.
Según Kim Ives, “Esencialmente tenemos una marioneta de EE.UU que pide al que mueve sus hilos que invada Haití por cuarta vez en un siglo (…) Pero tanto la región y, sobre todo, el pueblo haitiano están hartos de las intervenciones militares estadounidenses, que son en gran medida responsables del actual debilitamiento y crisis política y económica de la nación. Muchos de los vecindarios más oprimidos están ahora fuertemente armados y ya han anunciado una revolución contra los Boulos de la nación, así que los invasores estadounidenses de 2021 probablemente se enfrenten a una resistencia similar a la que surgió contra los Marines en 1915 y los cascos azules de la ONU en 2004, sólo que más feroz”.
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