Miguel Díaz-Canel Bermúdez llegó hasta San Antonio de los Baños en la provincia de Artemisa para conversar con sus pobladores ante la provocación de un grupo de contrarrevolucionarios que intentaron subvertir el orden mientras Cuba se bate no solo con la COVID-19, sino también y desde hace más de 60 años, con el bloqueo económico-comercial y financiero que mantiene el gobierno de los Estados Unidos
Autor: Laura Mercedes Giráldez | internet@granma.cu
Tiene la cara curtida por los años de vida y el trabajo bajo el sol, los ojos le chisporrotean sobre el nasobuco. En otras épocas su color de piel no le hubiese permitido siquiera pasear por el parque adonde fue este domingo, y allí, la frente se le arrugó cuando hablaba de «los traidores que por unos pesos quieren vender a la Revolución», la misma que ayudó a salvar a su hermano de la COVID-19 hace tan solo 15 días, la Revolución que pide quedarse en casa para no ver morir al pueblo debido a la pandemia.
Ayer en la tarde Benito Alonso González salió de la comodidad de su hogar en el municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, porque un grupo al servicio de intereses extanjeros y anexionistas, pagado y dirigido desde Estados Unidos, buscaba el estallido popular.
Allí el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el propio Benito y los provocadores encontraron a un pueblo repleto de banderas cubanas y gritando a viva voz: «¡Viva la Revolución!, ¡Patria o muerte!, ¡Venceremos!».
La suegra de Tania Gómez Fernández «ya está de alta en la casa, junto a la familia». Se recuperó del coronavirus como resultado de la atención médica que recibió en el hospital del Mariel. «Estamos muy agradecidos porque ella es una de las vidas que esta Revolución ha salvado, por eso vinimos a apoyarla».
María de los Ángeles Rodríguez, delegada de la circunscripción no. 43 de San Antonio de los Baños, contó que no ha tenido familiares enfermos debido a la pandemia, «pero sí muchos de los electores han sido positivos y han recibido la atención médica requerida, por eso no hemos visto a ningún cubano morir en las mismas calles que ahora vienen a perturbar los mercenarios. Esa es la razón que nos trajo también a los revolucionarios a reafirmar que nuestra Patria no será pisoteada por quienes intentan doblegarnos».
El Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en San Antonio de los Baños. Foto: Estudios Revolución
«Los que llegamos hasta aquí somos fieles veladores de la Revolución, la queremos fuerte, porque estamos criados por ella. Y ahora, con la presencia de Díaz-Canel, nos sentimos firmes, seguros, porque la Revolución está con el pueblo, que es el verdadero dueño de las calles. En Cuba no vamos a permitir que entren aquellos que quieren arrebatarnos lo conquistado», advirtió Antonio Crespo, poblador de San Antonio que se sumó a la respuesta popular. En el parque hasta donde acudió el Primer Secretario del PCC para también encontrarse con aquellos que pretenden fracturar la unidad entre el Partido, el Estado, el Gobierno y el pueblo, llegaron padre e hijo, Roberto Reyes Herrera, presidente de la ubpc Antonio Briones Montoto, y Yosbel Reyes Sotomayor. El primero recordó los desasosiegos de los cubanos antes de 1959, que llegaron a él a través de las historias contadas por sus padres, por eso se siente agradecido por «las oportunidades que la Revolución le ha brindado y que unos pocos no quieren reconocer».
Mientras tanto, su hijo afirma que está «seguro de que fue la mafia cubano-americana quien pagó a los provocadores que quisieron aprovecharse de la difícil situación que vive Cuba. Sin embargo –prosiguió–, los jóvenes de San Antonio estamos del lado de nuestros dirigentes, para eso hemos salido a los parques y a las calles».
Saidí Pérez Gónzalez, estudiante de Derecho y presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) en Artemisa, en nombre del alumnado que representa, asistió al encuentro con Miguel Díaz-Canel Bermúdez, «segura de que la juventud cubana siempre estará a la vanguardia, porque confiamos en que nuestro país va a salir adelante, confiamos en nuestro Presidente».
Desde el más joven relevo, la Organización de Pioneros José Martí, llegó otra de las respuestas a aquellos que buscan quebrantar nuestra soberanía. «La Revolución siempre podrá contar con la juventud de Artemisa», alegó Lázara Quiala Leal, miembro del Buró de la UJC y presidenta de la OPJM en esa provincia.
Las banderas, los vítores, la conciencia revolucionaria y la confianza en quienes a diario echan a andar esta nación caribeña, ahogaron en un suspiro de impotencia al murmullo mezquino de los servidores del mal que hicieron a Benito salir de su casa, el mismo que denunció: «Que se sepa, el pueblo de Cuba no es ese que rompió nuestra tranquilidad hoy ni los que tanto quieren al imperio. El pueblo de Cuba son los médicos, los científicos que hicieron las vacunas, los que vinimos a decirle al Presidente “¡Pa’ lo que sea Díaz-Canel!, ¡Pa’ lo que sea!”».
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