Los obstáculos concretos y las contradicciones entre EE.UU y China no dejan de crecer y agudizarse. Los factores que están en juego y que han contribuido a configurar el escenario actual nos indican que se encaminan claramente a conflictos aun más críticos.
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL. ORG.-
La orden de cierre del consulado de China en Houston decretada por la Administración Trump ha venido a tensionar las ya tirantes relaciones entre el gigante asiático y Washington. Según el gobierno estadounidense, se trata de una decisión “para proteger la propiedad intelectual y la información privada de los estadounidenses”.
Para Pekín, sin embargo, se trata de una “escalada sin precedentes” en los ataques de EE.UU. y advirtió sobre posibles respuestas.
En este sentido, China alertó el miércoles pasado a sus estudiantes en Estados Unidos sobre el riesgo de sufrir «interrogatorios arbitrarios», tras la decisión del gobierno estadounidense de cerrar su consulado en Houston en medio de fuertes tensiones.
En una nota del ministerio chino de Relaciones Exteriores se afirma que «recientemente las fuerzas del orden intensificaron los interrogatorios arbitrarios, el acoso, la confiscación de bienes personales y las detenciones de estudiantes chinos en Estados Unidos».
El propio miércoles una vocera del Departamento de Estado reiteró, luego de la fuerte protesta de Pekín, que se trata de una “legitima” medida de protección.
«Hemos ordenado el cierre del consulado de la República Popular China en Houston para proteger la propiedad intelectual estadunidense y la información privada de los ciudadanos», declaró la portavoz tras el arribo a Copenhague del Secretario de Estado, Mike Pompeo, de visita oficial a Dinamarca.
Es preciso recordar que el reciente episodio se inscribe en el pertinaz contexto de tensiones entre los dos países. La escalada de conflictos políticos, comerciales y militares entre Estados Unidos y China discurren por senderos irreconciliables –aunque no sepamos en lo adelante como se dirimirán dada la multiplicidad de factores involucrados. Sin embargo, en este complejo contexto, con tantos factores de riesgo que empujan tendencialmente al conflicto, conviene no perder de vista cuáles son los elementos contradictorios para no caer en la desagradable costumbre de cerrar los ojos a las contradicciones. Sobre todo cuando son las subyacentes: las que se dan entre realidad y los deseos.
¿Cómo podemos interpretar, si no, los persistentes choques entre ambas potencias ?
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