Al nuevo gobierno le bastó una semana para descargar brutalmente el ajuste contra la mayoría de la población. Aumentan el hambre, los despidos y la entrega nacional. Dicen que “¡No hay plata!”, mientras engordan como nunca las ganancias de los monopolios imperialistas, grandes terratenientes y banqueros, y avanza la entrega de la soberanía. Crece la necesidad de la más amplia unidad para enfrentar estos planes.
1. Solidaridad activa con los afectados por el temporal
El fin de semana del 16 y 17 de diciembre, fuertes temporales afectaron la provincia de Buenos Aires y otras regiones del país. La ciudad de Bahía Blanca fue particularmente castigada, y murieron 13 personas al derrumbarse un club.
Nuevamente, los sectores populares fueron los más castigados, y miles de casas sufrieron daños, voladuras de techos, inundaciones, cortes de luz. Miles de familias perdieron todo, en el campo los pequeños productores también perdieron lo sembrado.
El presidente lo primero que hizo ese domingo fue ir a votar por Macri en las elecciones de Boca, donde fue repudiado por los hinchas presentes. Después fue a Bahía Blanca disfrazado con campera militar, y les dijo a los bahienses que “confiaba” que se iban a arreglar frente a la catástrofe “con los recursos existentes”. Tremendo cinismo.
Nuestro PCR, la JCR, la CCC, la FNC y el conjunto de las organizaciones populares y de la iglesia se pusieron al frente de la solidaridad desde el primer momento. Se alojaron evacuados, y se organizó la solidaridad para hacer llegar alimentos y vestimenta a los más damnificados.
Al mismo tiempo encabezamos el reclamo a las autoridades municipales, gobiernos provinciales y al hambreador gobierno nacional, para que pongan a disposición de los afectados todos los recursos.
2. El ajustazo está en marcha
El aumento acelerado de los precios, principalmente de los alimentos, está haciendo crecer de manera insoportable el hambre en miles de hogares.
Lejos de hacer anuncios para abordar esta situación, el gobierno de Milei, en menos de una semana, tomó un conjunto de medidas que castigan aún más al pueblo: una megadevaluación del 120% que provocó un brutal aumento de precios, paralización de obras públicas causando miles de despidos en la construcción, cese de contratos de miles de estatales, congelamiento del monto de los planes Potenciar Trabajo, lo que lleva a que millones de personas más queden debajo de la línea de pobreza, y cientos de miles bajo la línea de indigencia.
Además, el gobierno informó el fin de los subsidios al combustible, la energía y el transporte (en el AMBA). Usó el tremendo temporal para decretar la “emergencia eléctrica” y poder aplicar por decreto un gran tarifazo en los servicios de luz y gas.
Quiere eliminar la movilidad de los aumentos de las jubilaciones, y que cerca de un millón de trabajadores vuelvan a pagar el impuesto a las ganancias. También avanzan con otras medidas que abren el camino a la entrega de la soberanía nacional y privatizaciones de empresas estatales.
A los que protesten ante este feroz ajuste, prometen represión, violando los derechos democráticos garantizados en la Constitución.
El ministro de Economía encargado de estos anuncios es Luis “Toto” Caputo, el mismo que, junto con Macri, entregó 45.000 millones de dólares del nefasto préstamo del FMI a los bancos y fondos de inversión imperialistas. Hoy el gobierno, a través de “Toto” se subordina a los manejos del FMI y los fondos de inversión, en especial BlackRock. Volvieron a tomar más deudas, ahora con el Banco de Desarrollo de América y el Caribe (CAF).
Paolo Rocca, jefe de Techint, puso plata para la campaña de Milei, y ahora se cobró el apoyo imponiendo a la cabeza de YPF a Horacio Marín (un hombre que hace 35 años es empleado en ese monopolio), apuntando a quedarse con toda el área de energía. Además, Rocca, presionó públicamente para liquidar las conquistas obreras y para eso colocó en la estructura del Ministerio de Trabajo al jefe histórico de “Recursos Humanos” de este monopolio, Miguel Ponte, y al jefe del departamento jurídico del grupo, el abogado Julio Cordero, en la estratégica Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales.
Milei, que venía insultando al gobierno de Xi Jinping en China, tuvo que hacer una voltereta y arrodillarse, para pedirle que libere los yuanes del swap que había acordado Massa, ya que necesita pagar los vencimientos de la fraudulenta deuda con el FMI.
Este gobierno, que en campaña dijo que venía contra la “casta”, es un gerente de los intereses de los sectores más reaccionarios y fascistas del bloque de clases dominantes. Con estas medidas quieren que el ajuste lo paguemos la mayoría, y así garantizarse una mayor tajada de ganancias para los monopolios imperialistas, los grandes terratenientes y pules, las mineras, las petroleras, los monopolios cerealeros, los Bancos y entidades financieras, etc.
Un claro ejemplo es lo que pasó en el Banco Central (ese que Milei dijo que iba a cerrar). Primero designó como presidente a un socio de Caputo, Santiago Bausili (chau independencia del Banco Central). Pero no podía asumir porque tenía una causa judicial. Resulta que cuando fue secretario de Finanzas de Macri avaló que el Deutsche Bank, donde había trabajado hasta antes de asumir, hiciera colocaciones de deuda pública, por lo que el banco cobró comisiones millonarias. Rápidamente reunieron a la Cámara Federal y lo desprocesaron por “falta de mérito” para que pueda asumir (chau “el que las hace las paga”).
A los tres días el Banco Central sacó un bono para que las grandes empresas privadas que tienen una gigantesca deuda comercial en dólares, accedan a divisas. Se calcula que esa deuda es de 30 mil millones de dólares. Una vez más estos sectores de las clases dominantes usan este Estado oligárquico imperialista al servicio de sus intereses.
Los efectos del tremendo ajuste se ven también en el cese de miles de contratos de estatales en las provincias, y en el pago en cuotas de los salarios de empleados públicos, como ya anunció San Luis y se proyecta en otras provincias.
3. Bullrich amenaza con represión
La nuevamente ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien había ocupado ese cargo en el gobierno de Macri, dio a conocer un “protocolo para el mantenimiento del orden público” ante el corte de vías de circulación y detalló las sanciones a los que realicen manifestaciones. “Las organizaciones que destruyan pagarán por sus daños, se deroga el protocolo garantista de Nilda Garré”, dijo al terminar sus anuncios.
“Las fuerzas emplearán la mínima fuerza necesaria y suficiente y será graduada en proporción a la resistencia”, aseguró Bullrich. Dijo también que en la represión intervendrán las cuatro fuerzas de seguridad: Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal Argentina, sumadas a las del Servicio Penitenciario.
El 25 de Mayo de 1810, una gran movilización invadió la Plaza de Mayo, estaban organizados, la logia revolucionaria estaba preparada. ¡Menos mal que no estuvo ahí Patricia Bullrich!, hubiera defendido al Virrey.
El 17 de octubre de 1945, una multitud marchó a la Plaza de Mayo a reclamar la libertad de Perón. Metían “las patas” en una fuente con agua, cansados/as de las caminatas. ¡Menos mal que no estuvo ahí Patricia Bullrich!, hubiera estado del lado de Braden, el embajador yanqui.
Durante el gobierno de De la Rúa, un gran contingente de desocupados de la CCC y la FTV cortó la ruta 3 en La Matanza. Patricia Bullrich, ministra de Trabajo de ese gobierno, amenazó meter presos a los que reclamaban comida. Pero no pudo imponerlo y terminó bajando en helicóptero en la ruta para firmar un acta concediendo los pedidos de los manifestantes. Renunció poco tiempo antes que De la Rúa tuviera que irse de la Casa Rosada en helicóptero el 20 de diciembre de 2001.
Durante el gobierno de Macri, Bullrich fue la responsable política de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Allí también anunció con mucha pompa un “protocolo anti piquetes”, pero la lucha popular, con “los Cayetanos” a la cabeza la derrotó en las calles y le impuso al gobierno de Macri la Ley de Emergencia Social.
Ahora Patricia Bullrich insiste. Como fiel defensora de las políticas de saqueo y entrega nacional, pretende que el pueblo argentino las acepte imponiendo el miedo, amenazando con la represión y anunciando una serie de medidas inconstitucionales.
El gobierno de Jorge Macri en CABA mostró que se alinea con esta política represiva, con un gigantesco y sobreactuado despliegue policial para levantar el acampe de un sector del Malón de la Paz jujeño que permanecía en Buenos Aires, y que ya había anunciado su finalización.
4. El gobierno se alinea con Estados Unidos e Israel
Tras la frágil tregua en la Franja de Gaza, el fascista Estado de Israel continuó con los feroces ataques contra los palestinos, avanzando en su expansionismo en Medio Oriente. En Ucrania, van 20 meses de invasión imperialista rusa, a la que el pueblo ucraniano resiste con valentía.
A estos focos de guerra abierta se suman conflictos en el Mar de China, en África y ahora también en América del Sur, por el reclamo de Venezuela de la región del Esequibo (muy rica en petróleo), hoy parte de Guyana (excolonia británica). En Europa, Finlandia, que acaba de ingresar a la OTAN y tiene una extensa frontera con Rusia, autorizó a Estados Unidos a desplegar soldados en su territorio.
Es al calor de la agudización de la disputa entre las grandes potencias imperialistas que se van formando grandes bloques y crecen los factores de guerra a nivel mundial.
En esta situación, el gobierno de Milei plantea un alineamiento abierto con Estados Unidos e Israel.
Milei, que designó a su rabino personal Shimon Wahnish como embajador en Israel, planteó en campaña el traslado de la embajada argentina en ese país a Jerusalén, con lo que involucraría a nuestro país directamente en la guerra en esta región. Para Milei “las fuerzas del cielo” son occidentales.
En Argentina ya vivimos, durante el gobierno de Menem, el resultado de estas “relaciones carnales” con el imperialismo yanqui que ubicaron a nuestro país como campo de batalla para operaciones y atentados.
5. Avanzar en la unidad para pelear contra el ajuste
El gobierno de Milei tiene un grado de debilidad política ya que no tiene gobernadores ni intendentes de su partido, y muy pocos legisladores. Tiene el apoyo de poderosos sectores del bloque dominante, imperialismos, monopolios y latifundistas, que quieren que el ajustazo se haga de atropellada, porque saben que los tiempos son rápidos.
Sectores de las patronales agropecuarias que venían de manifestarse en apoyo al nuevo gobierno, cuando se enteraron que se mantenían las retenciones, pusieron el grito en el cielo y amenazaron con salir a cortar rutas. “No esperábamos esto de Milei”. “Nos hacen mierda en un minuto”, plantearon desde los “autoconvocados”, mientras, la Mesa de Enlace (Federación Agraria Argentina; Sociedad Rural; Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro) expresó su “incertidumbre” y no habló de medidas.
En las masas sigue abierto un profundo debate. Muchos de los que votaron a Milei están sufriendo hoy el resultado de sus políticas.
Dijeron que los recortes no iban a tocar al pueblo y desde que ganaron las elecciones la plata vale cada vez menos en el supermercado. Usan la inflación para rebajar los salarios, ya anunciaron que mantienen los subsidios del Plan Potenciar, pero los congelan. Es decir que esperan que en pocos meses se extingan. Lo mismo hace con los salarios.
Juegan con fuego. La lucha de las y los trabajadores de Mondelez de Pacheco contra la flexibilización laboral es un ejemplo para el movimiento obrero. El Plenario Regional de trabajadores en Ensenada, con los obreras y obreros del Astillero del ARS al frente, y las jornadas de asambleas de la CCC junto a otras organizaciones de desocupados, precarizados y centrales obreras, van mostrando un camino que se está recorriendo aceleradamente para la necesaria unidad que enfrente estos planes de ajuste.
El mismo camino muestran las y los trabajadores estatales de La Pampa, con la dirección clasista de ATE al frente de la lucha por paritarias y contra el ajuste. Las centrales sindicales pampeanas (las dos CTA y la CGT) se reunieron ante “el preocupante contexto actual”, y declararon que el “camino de la unidad es el único posible para defender a los trabajadores y las trabajadoras”.
Incluso las elecciones de este domingo 17 en el club Boca Juniors fueron expresión de repudio a las políticas de privatización del fútbol de Milei y Macri que jugaron con su aparato judicial y maniobraron para hacerse de la dirección del club, y perdieron.
Las asambleas populares, actos y movilizaciones que se están realizando en estos días en todo el país, conmemorando un nuevo aniversario del Argentinazo son expresión de miles que no aceptan seguir siendo los ajustados mientras los ajustadores se la siguen llevando en pala.
Milei se presentó como “lo nuevo” en la política y ahora resulta que su plan económico termina siendo un refrito de los viejos planes de ajuste que han impulsado los personeros de las clases dominantes a lo largo de nuestra historia para hambrear al pueblo y avanzar en la entrega.
No es la primera vez que los sectores más reaccionarios de las clases dominantes quieren ir a fondo con estas políticas. Tampoco será la primera vez que la clase obrera y el pueblo se unan para enfrentarlos y derrotarlos.
6. ¡Viva el 56 aniversario del PCR!
Debido al temporal, nos vimos obligados a suspender el picnic del hoy y la Chispa del domingo 17 en el Parque Pereyra Iraola. El clima impidió que nos pudiéramos encontrar en un día de esparcimiento los miles de camaradas, compañera/os y amiga/os que íbamos a participar. No faltará oportunidad para volver a hacerlo.
Está abierto un inmenso debate político entre las grandes masas, sobre cuál es la salida a favor del pueblo y de la patria, en esta situación de crisis.
Como venimos diciendo, hay una división que es social, política y cultural en nuestra sociedad. El gobierno y las clases dominantes trabajan para profundizar esta división, en particular para enfrentar sectores populares entre sí.
Es larga la historia de cómo los poderosos de nuestro país han tratado de dividir a los sectores populares, nacionales y democráticos, para hacer pasar sus planes de hambre y entrega. Eso mismo hace hoy el gobierno de Milei.
Nosotros por el contrario impulsamos iniciativas para movilizar a las amplias masas, peleando por la más amplia unidad de los sectores populares, nacionales y democráticos para enfrentar esta política hambreadora, entreguista y represora. Peleamos para que la clase obrera se ponga en el centro de ese reagrupamiento y se vayan conformando multisectoriales y un centro coordinador.
Dijimos que la mayoría de los que votaron a Milei no le daban un cheque en blanco. Partiendo de esto, peleamos la unidad en la lucha y confrontamos con las ideas equivocadas de sectores de las masas. Trabajamos para unir a los sectores más avanzados con los intermedios, y aislar a los reaccionarios.
Vamos a una Navidad y un año nuevo que serán amargos para la mayoría de nuestro pueblo.
Hoy más que nunca es necesario defender lo conquistado, seguir peleando por lo que falta y, al calor de la lucha, acumular fuerzas y forjar un amplio frente único para impedir los planes de esta derecha reaccionaria y poder avanzar en un camino liberador.
El próximo 6 de enero nuestro PCR cumplirá 56 años. Como reafirmamos en nuestro 13° Congreso, seguimos luchando por los mismos objetivos revolucionarios por los que nacimos en 1968. En el actual escenario internacional y nacional distintas situaciones se pueden precipitar y los tiempos se aceleran. Para poder jugar con independencia y avanzar en ese camino revolucionario, es fundamental que el PCR y su Juventud sigan creciendo y se fortalezcan. Un Partido que arraigue en los centros de concentración obreros, campesinos y populares; y que se prepare y prepare a las masas para abordar la lucha en todos los terrenos.
Escriben Ricardo Fierro y Germán Vidal
