Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Especial para Quisqueyaseralibre.com
Pese a tantos colaboradores de su Gobierno presos o con la soga
a rastras, además del descrédito que vapulea a su gente más
cercana, amigos y familiares, Danilo Medina busca reponerse y
da señales de cambio en su habitual carácter, por lo común seco
y agrio lo cual tipifica como escaso de palabras y tardo para la
sonrisa.
La economía verbal ha sido uno de sus dones más notorios, y no
obstante los visos de tartamudez, le ha reportado el éxito
político. Es observable, que, en interés de reponerse
anímicamente ante los estragos que les ocasionan los graves
señalamientos a sus más cercanos colaboradores, Medina se ha
tornado locuaz.
Entre las “graciosuras” más frecuentes del expresidente Medina
figura la declaración de una quimera: sueña que él (Medina)
volverá al poder a través del señor Abel Martínez, candidato
presidencial del PLD. Medina supone que, con Martínez en la
Presidencia, él podrá ejercer el poder, vale decir, Martínez sería
su monigote.
Ya el presidente del PLD intentó perpetuarse en el Gobierno a
través del señor Gonzalo Castillo, a quien expuso al ridículo y al
escarnio, debido a que no estaba en las mejores condiciones
cognitivas para tal desempeño. Medina presumió que, a través
de Castillo, podría seguir gobernando. La estrategia le falló.
Ante una asamblea general de su partido, Medina soltó otras
muestras de facundia. Dijo, por ejemplo: “Ningún otro partido de
la República Dominicana tiene la vocación de servicio, que le dio
origen al PLD, organización que surgió para servir”. ¿Confunde
servir con servirse? Parece que este hombre ha perdido el
control de sus palabras.
El ideal de Juan Bosch anduvo lejos en los veinte años de
gobierno peledeísta. Ellos, los dirigentes y gobernantes (verdes o
morados) se sirvieron con cucharas grandes los bienes del
Estado. “Lo que el PLD ha hecho es inconmensurable, el PLD ha
sorprendido al país en su conjunto…”. Esto afirma Medina.
El hijo de Arroyo Cano recordó que “el PLD sacó a un millón y
medio de personas de la pobreza”, lo cual es también una de sus
“graciosuras”, pues los dirigentes de ese partido no son tantos.
La proeza del PLD consiste en hacer millonarios a individuos que
transitaban en carritos cepillos y en Lada.
Muchos dominicanos piensan que por los desastres de sus
gobiernos y la desvergüenza con la que actuaron sus funcionarios
y familiares, Danilo Medina debería guardar silencio y esconder
la cara. Si embargo, el exmandatario ha optado por fingir
envalentonamiento y aparecer en público mostrándose
histriónico. Quiere ser gracioso.