«Militarización y conflicto en el vecino continente
Mientras, el inefable Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares anuncia que todo iba sobre ruedas en el Pacto entre España y Marruecos, mediante el cual el gobierno de la coalición reconocía de facto la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, en apenas unos meses movimientos telúricos en el Sahel están cambiando a velocidades supersónicas la fisonomía política de un continente que había desaparecido durante seis décadas. ¿A dónde conducirán los movimientos africanos que reivindican la recuperación de sus recursos? Por lo pronto, el Ministro Albares ni siquiera parece haberse enterado (…)
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Según ha manifestado recientemente nuestro inefable Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, lo que él ha denominado la «hoja de ruta» pactada entre Marruecos y España, acerca de la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental, ha sido un éxito rotundo que, según el ministro, «va a continuar».
Sin embargo, un somero análisis de la dirección, a la que parecen estar apuntando las últimas variables de la situación en el vecino Continente africano, ponen de manifiesto que las afirmaciones ministeriales son engañosas y forzadamente optimistas.
En primer lugar, porque hasta ahora los únicos que se han visto económicamente beneficiados con esa «hoja de ruta» han sido las élites económicas españolas y marroquíes. El aumento del comercio entre ambos países ha supuesto un mayor beneficio para las empresas multinacionales, que obtienen altos réditos de la superexplotación a la que someten a los trabajadores marroquíes.
En segundo lugar, por qué «hoja de ruta» está contribuyendo a la rápida militarización del Sahel. La cooperación entre España y Marruecos se ha traducido en un incremento de la presencia de tropas españolas en la región, hecho que provoca a su vez el aumento de la tensión y la violencia en el área.
El gobierno de Marruecos mantiene una relación compleja con los problemas que últimamente se están suscitando en ese territorio centroafricano. Marruecos ha sido convertido en un socio clave de la Unión Europea en esa área, participando en operaciones militares internacionales en el Sahel, como ya sucedió con la «Operación Barkhane», y colaborando con las fuerzas de seguridad europeas en sus actuaciones en ese territorio .
El conflicto irresuelto del Sáhara Occidental se ha convertido, pues, en un serio obstáculo para la estabilidad en el Sahel. Esa región, rica en recursos naturales, como el petróleo y el gas natural, genera tensiones entre Marruecos, Argelia y Mauritania. Tal y como están evolucionando los acontecimientos en esa parte de África, todo permite prever que se produzcan en el centro y norte del Continente intervenciones militares europeas.
Teniendo en cuenta que la actual geopolítica mundial nada tiene que ver con la que existió a lo largo de las últimas tres décadas, y que el vivo interés que dos nuevas grandes potencias muestran por lo que sucede en el Continente africano, nos permiten augurar que los compromisos entre España con Marruecos han creado escenarios nuevos llenos de incertidumbres e incógnitas.
La «hoja de ruta» que España firmó con Marruecos ha supuesto, ciertamente, un duro golpe para el pueblo saharaui. El reconocimiento del «Plan de autonomía marroquí» por parte de España, ha significado una indudable victoria para Marruecos y una derrota para el Frente Polisario. Pero si algo está caracterizan la dinámica actual del vecino Continente en nuestros días, es que en él nada será estable en el curso de los próximos años. Los recientes acontecimientos en la zona del Sahel, han hecho que la actualidad empiece a caminar en África a una velocidad de vértigo. De manera que la presunta «victoria» que ufanamente proclamó el ministro español, rápidamente podría convertirse de la noche a la mañana, no sólo en pírrica, sino también en el inicio de una catástrofe en la que podríamos vernos irremisiblemente envueltos.
EL TRASFONDO GEOPOLÍTICO
El Sáhara Occidental es una región rica en algunos recursos naturales, tales como fosfatos, petróleo y gas natural. Marruecos ha venido explotando estos recursos de forma unilateral desde su ocupación en 1975, rompiendo todo tipo de legalidad internacional y con todos los pronunciamientos en contra de instituciones internacionales. El pacto con España supone un reconocimiento de esta ocupación y abre la puerta a una mayor explotación de los recursos naturales por parte de Marruecos y otros países.
Por otra parte, el Gobierno de la Monarquía marroquí se ha convertido en aliado clave de la Unión Europea en la gendarmería de la zona. Hasta ahora ese papel estaba siendo desempeñado por Marruecos sin especiales dificultades. Pero en el curso de los dos últimos años, el panorama en toda esa gran área africana ha variado sustancialmente.
Francia, que desempeñaba el papel de gendarme que se le había otorgado a Marruecos, está aparentemente en retirada. Una cadena de golpes de Estado se han producido en el curso de los dos últimos años en Burkina Faso, Guinea, Níger y hace unos pocos días, en Gabón. Todos esos países tienen una característica común: fueron, en su día, antiguas colonias francesas. Y hasta hace 24 meses, continuaron desempeñando el papel de neocolonias, sometidas el control económico, político, y en algunos casos militar, de la antigua metrópoli.
El sesgo político de estos últimos cambios están todos marcados por la intención manifiesta de romper sus «lazos» con Francia. Ni que decir tiene que este insólito acontecimiento, ha puesto en solfa la continuidad de la presencia militar y económica de ese país europeo en sus antiguas colonias de la zona.
Sin embargo, las cosas no parecen tener una fácil salida. Dada la importancia estratégica que tiene para la economía francesa, la extracción de uranio en Níger, sin la que la antigua metrópoli se quedaría sin su principal fuente energética, hace prever que la resistencia francesa a la evacuación será feroz .
Esta resistencia podrá ser directa, ejercida a través de una acción común de la UE, o imponerse a través de «agentes interpuestos africanos», como está siendo el caso con las amenazas de la «Comunidad Económica de Estados de África Occidental» (CEDEAO), integrada por Nigeria, Senegal Costa de Marfil y Benín, todos ellos países afines a los intereses franceses. En cualquier caso, todo parece indicar también que la antigua metrópoli intentará, igualmente, poner en movimiento «otro tipo de fichas». Una de ellas podría ser Marruecos, como participe de un conjunto de ataque . ¿Hacia dónde se orientará entonces la veleta del Ejecutivo español, en un macro conflicto africano, con tan peligrosas características?
EL TRASFONDO ECONÓMICO
¿Cuál es, por otra parte, según los analistas más perspicaces, el trasfondo económico que esconde el pacto España-Marruecos en relación con el Sáhara? La Unión Europea tiene una relación económica significativa con Marruecos, que incluye el Sáhara Occidental, ocupado por ese país desde 1975. En el 2022, el comercio bilateral entre la UE y Marruecos ascendió a 52.000 millones de euros, con un superávit comercial para la UE de 3.000 millones de euros.
Europa es hoy el principal socio comercial de Marruecos, y, a su vez, ese país norteafricano es el segundo socio comercial más importante de la UE en todo el Magreb. El principal destino de las exportaciones de Marruecos van a parar Europa, y esta, a su vez, es la principal receptora de los productos agrícolas y pesqueros marroquíes.
Europa es también un importante inversor en el Reino alauita. En el 2022, las inversiones directas de la UE en Marruecos ascendieron a 2.000 millones de euros. La UE es, por su parte, el principal inversor extranjero en Marruecos, constituyendo el destino de las principales inversiones de la UE en todo el norte africano.
La Unión Europea tiene, asimismo, una serie de intereses económicos en el Sáhara Occidental, hoy ocupado militarmente por Marruecos. El Sáhara es un territorio inmensamente rico en algunos recursos naturales, como son fosfatos, y puede serlo el petróleo y el gas natural. La UE es un importador neto de estos recursos, y el Sáhara Occidental podría convertirse en un importante proveedor de estos recursos para Europa.
Telegráficamente, podríamos resumir que los intereses económicos de la UE en los recursos existentes en el Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos, están centrados en estos dos siguientes factores:
– Los fosfatos: El Sáhara Occidental es uno de los mayores productores de fosfatos del mundo, con reservas estimadas en 1.800 millones de toneladas. Los fosfatos son utilizados en la producción de fertilizantes, que son esenciales para la agricultura. La UE es un importante importador de fosfatos, y el Sáhara Occidental podría convertirse en un importante proveedor de estos recursos para la UE.
– El petróleo y el gas natural: El Sáhara Occidental tiene reservas potenciales de petróleo y gas natural, pero estas reservas aún no se han explotado. El petróleo y el gas natural son esenciales para la producción de energía, y la UE es un importador neto de estos recursos. La UE podría beneficiarse de la explotación de los recursos de petróleo y gas natural del Sáhara Occidental, pero esta explotación generaría tensiones en la zona, aunque llegado el momento estas, posiblemente, no paralizarían la incursión económica europea en la zona
Algunas de las fuentes utilizadas para la elaboración de este informe, han sido las siguientes:
Artículos de prensa:
«España y Marruecos abren fronteras terrestres y comerciales». El País, 1 de febrero de 2023.
«El plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental: un análisis crítico». El Mundo, 22 de marzo de 2022.
«Israel y Marruecos, un nuevo capítulo de una relación estratégica». La Vanguardia, 22 de diciembre de 2020.
Páginas web oficiales:
Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España.
Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación Internacional y Marroquíes Residentes en el Extranjero de Marruecos.
Organizaciones internacionales:
Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Frente Polisario.
https://canarias-semanal.org/art/34895/africa-se-pone-en-movimiento-hasta-donde-y-hasta-cuando
