Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperalta@gmail.com
Especial para Quisqueyaseralibre.com
El pasado lunes, doña Raquel Peña Rodríguez, vicepresidenta de
la República, pronunció una conferencia en el inmenso salón de
la Cinemateca Nacional, el cual resultó insuficiente para la
muchedumbre que quiso entrar. Tocó asuntos atinentes al
Estado, a la educación, a la cultura y a su vida.
Desplegó una amplia visión de la vida y la sociedad, y citó a Émile
Durkheim, a Hostos, Pedro Henríquez Ureña, Ortega y Gasset y
sobre todo a Miguel de Cervantes y su obra “El ingenioso hidalgo
don Quijote de la Mancha”. Definió esta obra como la historia de
un lector, para incitar a los jóvenes a la lectura. Les dijo:
“Lean siempre aquellos libros que los convoquen, que motiven
en ustedes la fraternidad y el afecto por los demás. Lean a los
poetas y a los filósofos, a los novelistas y a los historiadores, lean
siempre que puedan y, una recomendación que es muy útil en
estos tiempos en que parecemos vivir muy rápido: lleven
siempre un libro con ustedes”.
De Eugenio María de Hostos, la mandataria citó lo siguiente: “El
corazón se educa por el corazón, por la reflexión, por el ejemplo,
por la noción de la realidad que da la vida, por la noción de la
verdad que da la ciencia, por la noción de lo bello que da el arte,
por la noción de la virtud que da el conocimiento de lo justo”.
Al finalizar, la disertante expresó que la roería la intranquilidad si
no concluía con alguna de las felices ingeniosidades de don
Quijote, personaje de ficción que ha sobrepasado en nombradía
a su creador, Miguel de Cervantes. Y citó uno de los consejos de
don Quijote a Sancho antes ir a gobernar la isla Barataria:
“Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud y te precias de
hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que
padres y abuelos tienen príncipes y señores, porque la sangre se
hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la
sangre no vale”. (cap. XLII, 2da parte).
Agradezco a doña Raquel la mención de una de mis obras con
estas palabras:
“Un escritor dominicano contemporáneo, en ejercicio del poder
que tiene la literatura, ha traído a don Quijote a Santo Domingo
y aquí resolvió el héroe cervantino algunas necesidades
personales que nunca pudo satisfacer cuando aventuraba por
Sierra Morena. La obra, pequeña y seductora, se titula “De los
sucesos gustosos que vivió don Quijote en Santo Domingo”. El
autor es Rafael Peralta Romero. Es un homenaje al Quijote
original”.