DESDE EL G7 «AVISAN» SOBRE LA POSIBILIDAD DE UNA GRAVE Y PELIGROSA CRISIS GLOBAL

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«Deuda de Estados Unidos y Tensiones Geopolíticas: Peligros Inminentes»

Los líderes del G7, representantes de las naciones capitalistas más poderosas del planeta, lanzaron una advertencia urgente sobre la incertidumbre económica y el desencadenamiento de una cascada de crisis a nivel global. La deuda de Estados Unidos y la invasión rusa a Ucrania plantean amenazas graves -dicen-, generando un panorama que podrá ser desolador. Según el consorcio de los grandes, se requerirán medidas drásticas y ágiles para abordar estos desafíos y proteger la economía mundial de consecuencias devastadoras. En el espacio «La economía a lo claro» tratamos de dilucidar qué es lo que hay detrás de este mensaje.

POR CÁNDIDO GÁLVEZ PARA CANARIAS SEMANAL

     Los líderes del G7, un grupo integrado por los representantes de las naciones capitalistas más poderosas del mundo, emitieron el pasado fin de semana una advertencia que, por las implicaciones que podría tener, valdría la pena tomarse muy en serio.

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    En su advertencia, el G7 indica que el mundo está enfrentando una situación de incertidumbre económica y desencadenamiento de una cascada de crisis concatenadas que podrían afectar a todos los países del planeta.

    Los líderes del G7, que se reunieron en Japón, expresaron su profunda preocupación por la situación actual. La incertidumbre se ha disparado debido a dos factores clave:
 

-a) las negociaciones estancadas sobre gigantesca  deuda de Estados Unidos

-b) y la invasión rusa de Ucrania. Estos problemas están generando un panorama desolador lleno de peligros y amenazas.

      Empecemos por echarle un vistazo a las negociaciones sobre la deuda de Estados Unidos. Este país, que todavía continúa siendo -y no es posible expresar con exactitud por cuanto tiempo- la mayor economía del mundo, está enfrentando dificultades para llegar a un acuerdo acerca de sobre hasta dónde debería llegar el techo de su deuda.

    Esta situación ha generado una intensa volatilidad en los mercados financieros, un hecho que aunque resulte difícil de creer, nos afecta a todos, independientemente de si nos encontramos o no, directamente involucrados en el ámbito económico.

    Sucede, además, las políticas restrictivas seguidas por los Bancos centrales de Estados Unidos y Europa está llevando un aumento en los costos de los préstamos, lo que complica aún más la situación.

    La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, se ha visto obligada a admitir que existe la posibilidad de un impago de la deuda por parte de su país, un fenómeno insólito que no  se había producido en el curso de los dos últimos siglos. Esa singularidad nos da una idea de la magnitud de lo que podría suceder de producirse ese default estadounidense (impago).

     Si ese hecho se llegara realmente a producir, podría tener consecuencias desastrosas para todos los países, según advirtió el propio presidente del Banco Mundial, David Malpass. Es, pues, fundamental que comprendamos que una crisis en la economía más grande del mundo, tendría un impacto más que significativo en todo el sistema económico global, sino igualmente en nuestras ya deterioradas economías domésticas.

    Pero eso no es todo. En el comunicado filtrado desde el G7 se hace referencia también a las  preocupaciones sobre la situación bancaria. Esto indica que existe el temor de que las instituciones financieras se encuentren al borde del colapso. En un mundo como el capitalista, en el que   la economía está íntimamente ligada al funcionamiento de los Bancos, es una señal alarmante que debería justificar todos nuestros posibles temores y temblores.
 
    Por otra parte, la invasión rusa a Ucrania ha causado una enorme tensión geopolítica. La escalada de las tensiones geopolíticas podrían tener consecuencias graves y desencadenar una crisis a gran escala.

     Otro aspecto importante que se ha discutido en esta reunión de los económicamente más grandes países capitalistas del mundo, es la relación con China. Japón, como anfitrión de la «Cumbre», está liderando las presiones para intentar que se diversifiquen las cadenas de suministro y se reduzca la dependencia con la economía china que, como se sabe, es la segunda economía capitalista mundial, cuyo vertiginoso avance puede sentirlo en su cogote los Estados Unidos. Esto implica -según Japón– que es necesario establecer un plan sólido para diversificar las cadenas de suministro globales, buscando alternativas más seguras y sostenibles, y brindando apoyo a países de renta baja y media.

   Esta iniciativa de Japón y de algunos otros países del G7, de fomentar el desarrollo económico de  los países de renta baja y media, para que puedan desempeñar un papel más relevante en la cadena de suministro de productos relacionados con la energía, resulta enormemente tardía en un mundo en el que los diferentes ejes económicos capitalistas parecen haber entrado en una fase de reordenación, en el que China y Rusia lograron tomar la iniciativa.  Para el G7  la puesta en marcha de esta iniciativa implicaría impulsar la refinación de minerales y el procesamiento de componentes de fabricación, con el objetivo de fortalecer la diversidad y la estabilidad en el panorama económico global. Y eso no se hace en tres días.

     Los mercados financieros están experimentando serias turbulencias y los costos de los préstamos aumentan rápidamente. Los líderes del G7 advierten que una crisis en la mayor economía del mundo tendría repercusiones devastadoras a nivel global, afectando a todas las naciones y agravando aún más la inestabilidad económica actual. Sin excluir que ello vaya a ser así, lo que parece claro es que particularmente afectaría a todos aquellos países dependientes y bajo la influencia del propio G7

 
    Según las grandes potencias capitalistas reunidas el pasado fin de semana en Japón, el contexto es incierto y peligroso. Estiman que por ello es importante que la «comunidad internacional» esté alerta y tome medidas ágiles y flexibles. Las políticas macroeconómicas deben adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias y prioridades, a fin de mitigar los riesgos y salvaguardar la estabilidad económica global.

     En pocas palabras, los líderes del G7 han emitido una advertencia alarmante y urgente sobre la creciente incertidumbre económica mundial. Los problemas relacionados con la deuda de Estados Unidos y la invasión rusa a Ucrania plantean amenazas inminentes y graves para la estabilidad económica global. Es necesario, dijeron, tomar «medidas drásticas» -pero sin aclarar en qué consistirían estas – para intentar abordar estos desafíos y proteger la economía mundial de las consecuencias devastadoras que se podrían desencadenar. 

https://canarias-semanal.org//art/34354/desde-el-g7-avisan-sobre-la-posibilidad-de-una-grave-y-peligrosa-crisis-global

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