Descubra las nada misteriosas razones por las que Seymour Hersh está libre, y Julián Assange está en prisión.
Refresquemos la memoria de nuestros lectores. Seymour Hersh fue el periodista y premio Pulitzer estadounidense que hace apenas unas semanas puso al descubierto la operación terrorista de los servicios secretos estadounidense que volaron el gasoducto submarino «Nord Stream II» que tenía la función de suministrar gas natural de Rusia a Europa. Por su parte, Julián Assange fue el investigador que desenmascaró las operaciones terroristas estadounidenses en Oriente Medio y otras partes del mundo. Actualmente se encuentra en prisión, esperando que se produzca su extradición desde los Estados Unidos, donde pueden esperarle 175 años de prisión.
POR STEVE BROWN / DE COUNTERPUNCH
El 7 de febrero, Seymour Hersh, posiblemente uno de los periodistas investigación más creíble en su país, publicó un reportaje realmente explosivo, en el que revelaba que los Estados Unidos era el responsable directo del atentado terrorista en contra del gasoducto submarino Nord Stream II que debía suministrar gas natural de Rusia a la República Federal de Alemania.
Las revelaciones de Hersh estuvieron basadas en información clasificada, que fue filtrada por un miembro del Gobierno con conocimiento directo de la planificación y ejecución del ataque al gasoducto, un miembro del Gobierno que claramente violó la ley al incumplir su deber de no revelar información clasificada a una fuente no autorizada.
Como el entonces soldado Chelsea Manning, quien reveló información clasificada a Julian Assange, por lo que fue condenada y sentenciada a 35 años de prisión, si se identificara la fuente que proporcionó a Hersh esa información, sin duda también sería condenado y sentenciado a una larga condena de prisión.
Pero la fuente de Hersh no ha sido identificada. Sin embargo, Hersh sí ha sido identificado. Según la misma lógica por la que se acusó a Assange de publicar información clasificada, y ahora enfrenta hasta 175 años de prisión, también se debería acusar a Hersh y afrontar una larga condena en prisión.
Entonces, ¿por qué Seymour Hersh sigue libre?
Hersh violó las mismas leyes que el gobierno de EEUU ha acusado a Julian Assange de violar. Pero a diferencia de Assange, un extranjero al que EEUU ha estado tratando, sin éxito, de extraditar de Inglaterra a lo largo de años, Hersh es un ciudadano estadounidense que vive aquí mismo en Estados Unidos: fácil de encontrar, esposar, acusar, condenar y encarcelar por el resto de su vida.
Entonces, ¿por qué Seymour Hersh sigue libre?
Seguramente la información clasificada que reveló Hersh es aún más peligrosa para la seguridad de EEUU que lo revelado por Assange. La cuestión es que Hersh demostró que EEUU había cometido un acto de guerra no provocado contra Rusia. Esto le concede a Rusia un derecho legal absoluto a tomar represalias en virtud del Capítulo VII, Artículo 51, de la Carta de las Naciones Unidas, que cita la defensa propia como una excepción a la prohibición del uso de la fuerza.
Como Rusia resulta ser una potencia nuclear, su posible represalia podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial y acabar no solo con EEUU, sino con toda la especie humana. Por lo tanto, en cualquier comparación de quién ha puesto a EEUU en mayor peligro, Julian Assange es un aficionado en comparación con Seymour Hersh
¿Por qué Seymour Hersh sigue libre?
La respuesta es esta. Aunque el presidente Joe Biden, el secretario de Estado Anthony Blinken y la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos Victoria Nuland estarían realmente encantados de encarcelar a Seymour Hersh en una prisión de máxima seguridad para el resto de su vida, como castigo por revelar la complicidad de ambos en la explosión de los gasoductos Nord Stream II, no se atreven a hacerlo. Si lo hicieran, equivaldría a admitir que… lo que Hersh publicó es verdad.
Lo cual sería muy embarazoso, por citar lo más leve, porque Biden y su equipo han pasado todos los días desde el 7 de febrero, negando que las revelaciones de Hersh sean ciertas. En otras palabras, alegan que el premio Pulitzer lo inventó todo, lo que significa, según ellos, que no publicó información clasificada. Por lo tanto, no puede ser culpable de ningún delito.
Esa es la frustrante doble embrollo en el que se encuentra ahora el gran Joe Biden. El asunto debe estarlo volviendo loco. Porque el día en que envíe agentes federales para poner los grilletes a Seymour Hersh, será el día en que él, Blinken y Nuland tendrán que admitir que mintieron, que las revelaciones de Hersh son verdad, y que de hecho fueron ellos los que ordenaron la destrucción de los gasoductos Nord Stream.
Así que por supuesto, ese día nunca llegará, y Seymour Hersh continuará siendo un hombre libre. Por eso, al menos una vez, me puedo alegrar de que nuestros líderes sean unos auténticos embusteros.
