Las banderas de los que cayeron al suelo por la libertad están en nuestras manos
La guerra contra la dictadura política islamista fascista, el sangriento enemigo de los pobres y oprimidos, continúa sin tregua. Esta lucha es una lucha por la libertad y la dignidad. Esta lucha es una lucha por la justicia social y una vida feliz. Esta lucha es una lucha por la igualdad nacional y sexual. Es una lucha por el establecimiento del poder de los Consejos Obreros, de la Unión de Repúblicas Populares. Es una lucha por el socialismo para acabar con la explotación, el desempleo, la pobreza, la ignorancia y para salvar la naturaleza de la destrucción. Esta lucha es una lucha de millones de personas asoladas por la pobreza, el sufrimiento, la opresión y la injusticia; es vuestra lucha.
El MLKP, que se dedició a la victoria de esta lucha, a la liberación de la clase obrera y de los oprimidos, sigue luchando con todos los sacrificios, sin doblegarse, sin desesperarse, sin frustrarse. Afilando una y otra vez su voluntad revolucionaria, trabaja incansablemente cada día, cada minuto para organizar la revolución, sin resignarse a sus carencias, deficiencias y errores, sin olvidar ni por un momento el propósito de su existencia. Sigue resistiendo y luchando en las ciudades, en las montañas y en las mazmorras, apuntando a los más altos valores creados por la humanidad, que cobran vida en el ideal de un mundo sin clases, sin fronteras y con igualdad de género. Ha aceptado desde el principio pagar un alto precio para formular y reproducir tal compromiso con la clase obrera y los oprimidos y su liberación, y ha marchado desde su fundación bajo el fuego de las fuerzas oficiales y la contraguerrilla de la dictadura fascista y el colonialismo negacionista. Avanza combatiendo el terror del Estado fascista.
Esta guerra revolucionaria, condicionada por la lucha de clases, exige romper con la personalidad creada por la sociedad capitalista, con el individualismo burgués y dotarse de nuevos valores humanos en el sentir, pensar y actuar. La conservación de la dignidad, la fuerza del sacrificio humano, la solidaridad, la fraternidad, la camaradería, el amor al pueblo trabajador y esforzado, la fe en la humanidad, la alegría por la felicidad de los demás son el caldo de cultivo de estos nuevos valores humanos. Un revolucionarismo entregado que actúa con la conciencia y el sentimiento de preferir morir a vivir de rodillas, que no traiciona los secretos cuando llega el momento, que muestra el coraje de enfrentar los asedios fascistas con disparos cuando llega el momento, se logra con ese cambio. Desde los cuadros de la dirección del partido hasta los comandantes de la guerrilla urbana y rural, desde los combatientes de la lucha legítima practica hasta los combatientes de la guerrilla urbana y rural, son nuestros inmortales que llevan la voluntad, el dinamismo y el espíritu de la revolución en los diferentes sectores y en los diferentes frentes, nuestros veteranos de guerra, que siguen aferrados a sus ideales y algunos de los cuales han pasado decenas de años en prisión con la cabeza bien alta, son pruebas brillantes de que el MLKP es un comando de vanguardia que reúne todas estas cualidades y está dotado de esos elementos básicos.
Como en toda su historia, el MLKP realizará este año una campaña especial para conmemorar a nuestros inmortales que son las vanguardias ideológicas, políticas y morales y los abanderados de nuestra lucha, así como a todos los mártires de la lucha contra el fascismo y el colonialismo negacionista. Llevamos a los trabajadores y oprimidos los nombres, las vidas y las llamadas de los camaradas que se convirtieron en banderas en Turquía y Kurdistán desde el 28-29 de enero de 1921 hasta el 10 de septiembre de 1994, de todos los camaradas que cayeron mártires desde 1994 hasta hoy de Estambul hasta Serêkaniyê, de Ankara hasta Kobanê, de Kars hasta Girê Spî, de Bekaa hasta Garê, de Esmirna hasta Afrin, de Nurhak a Manbij, de Colonia a Til Temir, de Eskişehir a Ağrı, de Dersim a Raqqa y Xakurkê, de los levantamientos de Gazi y Ümraniye a la estación de tren de Ankara y Suruç, a través de los ataques del Estado fascista y las desapariciones en las detenciones, inmortalizadas en los centros de tortura, a través de los enfrentamientos armados en las ciudades y en las montañas, a través de los ayunos de muerte en las mazmorras y en el exterior, durante los preparativos para la guerra revolucionaria, en la resistencia de barricadas en las cárceles, a través de los asesinatos en masa contra los ataques fascistas, durante las resistencias armadas en las calles y en las bases, a través de las emboscadas traicioneras, durante las acciones contra los cuarteles fascistas en Turquía, Rojava, Bakur, en Europa, o arrebatados a través de las enfermedades y los accidentes implacables, mientras estaban al frente de sus deberes revolucionarios.
Sabiendo que el apego a los inmortales no puede existir al margen de la lucha por la revolución por la que sacrificaron sus vidas, todas las fuerzas del MLKP se revisarán a sí mismas en esta campaña sobre la base de la tarea de organizar la revolución y las prácticas de crear el hombre nuevo en su interior. Se fijarán nuevas metas revolucionarias, haciendo un balance revolucionario sin vacilaciones. Presentarán a nuestros inmortales un informe anual de sus prácticas revolucionarias.
Participemos en los actos de conmemoración de los inmortales. Conozcamos mejor la vida y las luchas de los inmortales a través de fuentes escritas, visuales y orales. Visitemos sus tumbas, a sus familias y parientes. Organicemos conmemoraciones en los cementerios, calles y hogares de los mártires. Grabemos sus nombres en las paredes. Colguemos sus fotos en todas partes. Difundamos, leamos y discutamos los artículos, las revistas y los libros escritos por los inmortales. Escribamos canciones, himnos y poemas para ellos. Dejemos flores en los mares y ríos. Plantemos semillas en los jardines. Pongamos a nuestros hijos su nombre. Pongamos su nombre a barrios y escuelas. Hagamos contribuciones financieras y técnicas al MLKP para fortalecer la lucha de los inmortales y hacer un futuro feliz para nuestros pueblos, los pueblos de la región y el mundo. Reunamos y compartamos información para golpear al enemigo fascista y colonialista. Unámonos en las filas del MLKP y ganemos la dignidad de aportar nuestras fuerzas a la lucha por organizar la revolución.
Gritamos una vez más que seguiremos luchando con todas nuestras fuerzas para mantener vivos los nombres y la memoria de los mártires que sacrificaron sus vidas por la libertad y la felicidad de los trabajadores y los oprimidos, y para ayudar a que sus ideales venceran. Romperemos las manos que se levantan contra los revolucionarios, los obreros, los trabajadores, las mujeres, los jóvenes y los pobres. Llamaremos definitivamente, definitivamente, al enemigo fascista y colonialista negador para que rinda cuentas de sus masacres y torturas.
Los inmortales están vivos y la revolución continúa. Llevaremos a los asesinos y torturadores fascistas ante la justicia.
¡ Viva la lucha por una vida feliz de nuestros sufridos pueblos pobres !
¡ El único camino es la revolución, viva el socialismo !
