Sus electores no le perdonan que haya comprometido A la economía alemana con el suministro de armas al gobierno de Kiev
Un duro invierno parece avecinarse para Alemania. Durante los próximos meses, Scholz y sus coaligados se verán tentados a la hora de tomar medidas fuertemente impopulares para afrontar los variopintos tipos de frentes, todos ellos con características claramente diferenciadas, pero que cuentan con el mismo núcleo originario:
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Al canciller alemán, Olaf Scholz, le están creciendo los problemas como si de setas se trataran. La guerra de Ucrania y el posicionamiento adoptado por el Ejecutivo que dirige en relación con el conflicto, ha puesto al Gobierno alemán en una difícil tesitura para poder estar en condiciones afrontar un temible invierno, que no sólo puede resultar crudo por las posibles condiciones climatológicas, sino que también será, sin duda, extremadamente duro por los problemas acumulados en un corto espacio de tiempo .
Durante los próximos meses, Scholz y sus coaligados se verán tentados a la hora de tomar medidas fuertemente impopulares para afrontar los variopintos tipos de frentes, todos ellos con características claramente diferenciadas, pero que parten del mismo núcleo originario:
A) El próximo invierno el Ejecutivo germano tendrá que tomar medidas para poder afrontar las bajas temperaturas, sin contar con el mismo volumen del gas que hasta ahora suministraba Rusia.
B) Tendrá que intentar estrangular a la serpiente de la inflación, que rápidamente se está apoderando de todos los ámbitos de la economía del país.
C) Se verá obligado a tratar de impedir que los coletazos y rebrotes de la pandemia del Covid 19 puedan convertirse en una dificultad añadida al ya denso cúmulo de contrariedades existentes.
y D) Tendrá que afrontar la fuerte impopularidad de la Coalición gubernamental entre los alemanes, a la que vienen a sumarse los serios desacuerdos entre los partidos que la integran, en un intento de un «sálvese quien pueda».
Por si fueran pocos los problemas que se le han acumulado al canciller Scholz , ahora ha venido agregársele un voluminoso escándalo financiero, que se encuentra en fase de investigación.
Según los datos que se aportan en la prensa, el político alemán intervino a favor de un Banco afectado por el denominado «escándalo financiero Cum-Ex». Al parecer, el tráfico de influencias protagonizado por el hoy primer mandatario, tuvo lugar mientras desempeñaba el cargo de alcalde la ciudad alemana de Hamburgo. Con ese motivo, el pasado viernes, Scholz se vio obligado a comparecer por segunda ocasión ante una Comisión parlamentaria creada al efecto
Lo que a estas alturas resulta ya evidente para los comentaristas políticos alemanes, es el hecho refrendado a través de los resultados demoscópicos, es que Scholz está sufriendo una intensa hemorragia proveniente de los apoyos electorales que lo llevaron al gobierno. La opinión pública lo acusa de haber comprometido al conjunto de la sociedad y la economía alemana, en aras del suministro de armas al ultraderechista Gobierno ucraniano.
«REBELIÓN» SOCIALDEMÓCRATA EN EL BUNDESTAG
Pero la setas antiScholz no han dejado de crecer. Un grupo diputados de rubricantes, pertenecientes al sector de «izquierdas» de la socialdemocracia alemana, ha suscrito un documento en el que se pide al gobierno del país que facilite las negociaciones entre Rusia y Ucrania, que sirvan para poner fin al conflicto armado en esa área geografica del Este europeo.
Los diputados del Bundestag han advertido al Ejecutivo germano que los suministros de armamentos a Ucrania con origen alemán, no están haciendo más que provocar la reacción correspondiente por la parte rusa, lo que hará posible que la guerra continúe, multiplicando las muertes y la destrucción.
En opinión de los diputados del parlamento alemán sólo un «alto el fuego» podrá servir de antesala a un marco de negociaciones de paz más amplio, seguro y duradero.